Features of vegan footwear

Vegan footwear is increasingly popular, that is, footwear made from materials that do not come from animals and that are manufactured in our country. But we are going to analyze the characteristics of this type of footwear and why we must choose the one made in Spain before others.

Many people believe that buying shoes that are not leather or suede are already vegan shoes. But it’s not like that. Some brands use leather insoles or even glues that have components of animal origin. Therefore, if you want to check that your shoes are really vegan, you must go to their label and that it guarantees that they are completely free of animal components. You will thus avoid deceit.

It is common to be suspicious of vegan footwear because it is believed that synthetic leather shoes are necessarily harder and rougher and will not give the desired comfort. But synthetic leather can be as soft and comfortable as natural leather as long as it is of good quality and works properly.

And this is where the nationality of footwear comes in, since shoes made in Spain have a quality that has made them famous throughout the world. The choice of materials, the way they are treated and even lasts influence the final quality, which is at the height of the best leather footwear, but without any animal suffering to achieve them.

Obtaining quality footwear that is vegan is becoming easier, but finding quality footwear when using Asian products is not so easy. These shoes are very economical, but they can cause foot problems since they are hard, they do not perspire properly and their lasts are uncomfortable.

This can lead to problems of hardness, calluses and even fungus due to the moisture of the sweat that remains all day on the foot. It is not worth saving money at the cost of foot health and daily comfort.

If you want to give your vegan shoes a plus, you can choose them with eco friendly materials. That is, materials that can be easily recycled. Typical sisal-based fabric slippers and recyclable soles can be an example of vegan and eco-friendly footwear as long as environmentally friendly dyes are used.

Preparando la Comunión

Los padres que tienen hijos en edad de celebrar su Primera Comunión saben que no se trata tan solo de un día, sino que son meses de preparación para que todo salga bien. Esta celebración tiene mucha importancia todavía en nuestra sociedad y para muchos niños y niñas es un día muy especial que esperan con gran ilusión durante todo el año.

En algunos sitios, el restaurante para la comida hay que reservarlo de un año para otro, como si de una boda se tratara, especialmente si se quiere conseguir un buen lugar para la fiesta, con zona de esparcimiento para los niños. También es frecuente contratar animaciones y todo tipo de juguetes hinchables y otros entretenimientos.

La ropa es también un tema para debate. En el caso de los niños siempre surge la duda de si ponerle el traje de marinero o si estará mejor con un trajecito. Y en el caso de las niñas el debate está en que tipo de vestido elegir. Las niñas suelen enamorarse de los trajes estilo princesa, más parecidos a un vestido de novia o a la ropa de una princesa de Disney, mientras que los padres suelen inclinarse por modelos más discretos.

Por supuesto, también está el tema de los zapatos. Porque los niños lo solucionan fácil, con unos náuticos o con unos mocasines bonitos que a la vez les resultan muy cómodos para jugar. Pero en el caso de los zapatos para comunión niña la tradición marca los clásicos zapatos de pulsera o de hebilla en piel o en charol y en color blanco como la ropa.

Se trata de zapatos bastante delicados y en algunos casos los padres acaban comprando dos pares de zapatos, unos para la iglesia y para las fotos y otros, más sufridos, para que la niña pueda jugar sin agobios durante la fiesta.

Sin embargo, la mentalidad está cambiando y cada vez son más los padres que dicen que, a fin de cuentas, es un día y que tanto el vestido como los zapatos no son prendas que se vayan a usar nuevamente, así que permiten que se lleven puestos todo el día pero dando total libertad. Otros prefieren cambiar a la niña o al niño nada más salir de la iglesia y aprovechar la ropa, ya sea para venderla de segunda mano o para que la use algún otro niño de la familia.