Si tienes una terraza y quieres decorarla al mejor precio, el momento adecuado es el fin de temporada. Así que si durante el verano no la has decorado o solo has comprando algunas mesas y sillas de plastico para terraza para salir del paso, enhorabuena, será al final del verano cuando encuentres los precios más atractivos en sofás de madera, en muebles de hierro forjado o en ratán sintético de la mejor calidad. Podrás tener la terraza que quieres, pero por mucho menos de lo que te habría costado a principios del verano.
La mayoría de lugares en los que se compran este tipo de muebles para terrazas tienen una gran exposición durante todo el verano en la que se ven los muebles y las grandes cajas apiladas para poder coger lo que te gusta y decorar tu espacio. Tener todo ese material ahí conlleva una inversión, no solo en el dinero de comprarlo, sino también en el trabajo de montadores y en el traslado.
Todo lo que no se vende, tiene dos caminos. Uno es la devolución a los fabricantes, lo que conlleva un gasto doble: se ha gastado dinero para traerlo y ahora se gastará nuevamente en un transporte para llevarlo a los almacenes. Este gasto suele correr por parte de las grandes cadenas.
El segundo camino es almacenarlo hasta la siguiente temporada. Al ser muebles grandes, es evidente que van a ocupar mucho espacio y el espacio de los almacenes es limitado, por lo que si tienen allí un gran número de muebles de verano no habrá sitio para tanto stock de invierno.
Por tanto, la solución pasa por vender todo esto a precios mucho más bajos. Los márgenes de ganancias que tienen les permiten realizar grandes descuentos y seguir ganando. Pero incluso cuando venden las últimas unidades a precio de coste, continúan ganando porque ahorran tiempo, dinero en transporte y espacio.
Y para los que quieran todavía mejores ofertas, quedan los productos de exposición. Muchas personas desconfían de ellos pero no hay motivo ya que se pueden mirar tanto como se desee antes de comprarlos. Y el precio puede ser incluso la mitad del inicial o menos. El inconveniente para el comprador es que tendrá que llevarse los muebles tal como están y puede ser necesario contar con una furgoneta para ello. También puedes desmontarlos tú mismo.