A veces me pregunto cómo es posible que nos gusten tanto los yogures. En mi casa vuelan, hay que estar reponiendo cada poco. Es un producto que sirve casi para cualquier cosa: desayunar, de postre, para la merienda, para una cena ligera. Se parece a la fruta en el sentido de que cualquier hora del día es buena para consumirlos. Pero los yogures comerciales han cambiado mucho en los últimos años. Desde los frascos clásicos de cristal al bifidus activo.
Una de las marcas de productos lácteos más conocidas a nivel mundial comenzó envasando el yogur en porcelana, ¡nada menos! Luego llegó el cristal. Es curioso porque el cristal sigue presente como envase de yogures aunque ha quedado reservado para aquello con cierto halo gourmet o que prometen una calidad superior a la media. Precisamente hace poco ha llegado al mercado un nuevo yogur con envase de cristal con trozos de fruta que está delicioso.
¿Por qué le damos tanta importancia el envase? Por supuesto, el yogur en sí mismo, lo que vamos a consumir es decisivo: su sabor, textura, calidad, etc. Pero no decimos nada nuevo si afirmamos que el envase de cualquier producto alimenticio se ha convertido desde hace años en un asunto capital para las marcas comerciales. Crear un recipiente atractivo y con aspecto de novedoso es clave para que el consumidor lo meta al carrito.
Por ejemplo, en la actualidad los yogures bifidus activo se han convertido en tendencia y cada vez son más consumidos. Pero las empresas lácteas deben ingeniárselas para diferenciar sus productos de la competencia prometiendo una mejor calidad y sabor. Y no hay mejor forma de hacerlo que con el envase: más anchura, colores diferentes, una etiqueta llamativa… Cualquier cosa vale para llamar la atención.
Actualmente, la variedad de yogures (y envases) que encontramos en cualquier supermercado es ingente, pero la mayoría de los recipientes son de plástico lo que abarata los costes. Nos hemos acostumbrado a ellos y también a la cantidad. Así que cuando alguna cadena de supermercados ha tratado de difundir un yogur de mayor tamaño parece que se nos queda grande…