4 trucos para una mesa perfecta

  1. Mantel y servilleta de hilo. Si tienes invitados, esta es una máxima que tienes que seguir. Todos sabemos que los manteles de papel son muy cómodos, sobre todo a la hora de recoger. Pero los manteles de hilo le dan carácter y harán que la sensación sea la de una mesa de categoría. Lo mismo sucede con este tipo de servilletas que ya prácticamente no se ven en ningún sitio pero que son perfectas para una comida en la que se quiera quedar muy bien. Puedes acompañar con servilletas de papel para quién desee utilizarlas a mayores.
  2. Una completa selección de bebidas. En una mesa no debe de faltar un vino caiño tinto condes de albarei junto a una botella de blanco. Pero además del vino hay que permitir otras opciones, como el agua o incluso las bebidas tipo refresco. Tal vez, no sea muy glamuroso poner una botella de cola en la mesa, pero cada vez son más las personas que comen con ese tipo de sodas, así que es mejor ponerlas a mano y no obligar a que tengan que preguntar si las hay o que no disfruten de la comida por no poder acompañarla como acostumbran.
  3. Opciones para todos. Es interesante que en la mesa haya opciones para todo el mundo. Si el plato fuerte es una carne asada, colócala en una bandeja central pero añade diferentes acompañamientos, como por ejemplo una fuente con patatas asadas, otra con menestra de verduras y otra con ensalada. Así, si alguien es vegano y no come carne, tendrá la posibilidad de comer otras cosas y podrá combinar en su plato de la forma que considere oportuno las diferentes ofertas que se encuentran sobre la mesa. La carne, mejor si está cortada para que solo tengan que coger un pedacito sin necesidad de comenzar a trocear en la mesa.
  4. Que no falte el postre. Los postres nunca estarán de más. Nos encantan y todos los esperamos al final de una buena cena. Nuevamente, es interesante que todo el mundo pueda tener opciones, así que además de los típicos dulces, que pueden añadir opciones sin lactosa y sin gluten, añade la fruta. Corta los dulces en raciones muy pequeñas y preséntalos en bandejas para que todos puedan servirse, al estilo de los buffets libres. Así, todo el mundo podrá probar de todo sin sentirse empachados.

¿Qué llevo cuando me invitan a una barbacoa?

Las barbacoas en casa son muy típicas de las películas estadounidenses pero cada vez más, las estamos copiando en muchas urbanizaciones de nuestro país. Si se celebra una barbacoa se producen algunas molestias y, la mejor manera de que no haya quejas, es invitar a los vecinos. Pero como no tenemos una gran tradición en este tipo de eventos, ¿sabemos qué debemos de llevar si nos invitan a una barbacoa?

En las películas, siempre aparece una pareja en la que ella lleva algo en una bandeja tapada con papel de plata y el un pack de cervezas heladas. Pero en España, las costumbres pueden ser otras. Si vas a ir tú solo a la barbacoa, quedarás muy bien si llevas algunas botellas de albariño cambados bien frías para tomar con la comida o con los aperitivos previos. Si vas a ir con toda la familia, debes de llevar algo de comer para contribuir.

Si tienes confianza con quienes van a celebrar la barbacoa, puedes preguntar directamente qué aportar a la fiesta. Pero si no tienes trato, lo mejor es llevar al menos dos cosas diferentes, por ejemplo una bandeja con aperitivos y una bandeja con dulces para postre. 

Nuevamente, si tomamos el referente de las series y películas de Estados Unidos, tendríamos que hacer nosotros mismos lo que vamos a llevar a la barbacoa. En este caso, si queremos algo fácil, podemos hacer alguna tortilla para los entrantes y una bandeja de galletas o un bizcocho relleno de crema para el postre.

Pero no todo el mundo tiene mano para la cocina, así que no te sientas mal si, por ejemplo, decides comprar una empanada para colaborar con los entrantes y una bandeja de bocaditos de nata para el postre. Se trata de que sean cosas que se puedan repartir fácilmente y se coman sin necesidad de cubiertos. 

No olvides tomar nota durante la jornada de lo que tiene éxito durante la celebración y de lo que no, porque una vez que has entrado en el círculo de las barbacoas te tocará ser el anfitrión o anfitriona más pronto que tarde. Y si has aprendido de lo que has visto, podrás realizar una muy exitosa y de la que se hable en todo el vecindario. El único peligro de eso, es que querrán repetir en tu casa más de una vez.

Qué hacer en tu viaje a las Rías Baixas

Son muchos los planes de los que se puede disfrutar en una escapada a las Rías Baixas. Cuentas con opciones tan buenas como fantásticas playas para tomar el sol o bodegas de albariño para visitar y disfrutar de una cata. Pero además de esas opciones tan conocidas, te ofrecemos otras:

-Visita un furancho. Si vas a las Rías Baixas en verano no puedes dejar de visitar uno de estos pintorescos lugares. En su origen, eran casas particulares en las que en verano se vendían los excedentes de vino y a cambio se permitía que la gente llevara su comida e hicieran una especie de picnic en sus tierras. Hoy, ofrecen una pequeña variedad de tapas además del vino y en muchos casos son difíciles de diferenciar de los mesones. Por eso, hay que buscar los más auténticos para “colarse” en una bodega de una vivienda o en un merendero exterior y cenar comida casera saboreando el mejor vino.

-Cuenta los más de sesenta hórreos de Combarro. Este pequeño pueblo es un punto de interés para cientos de visitantes que acuden cada día a recorrer sus calles estrechas y disfrutan con la visión de los hórreos situados a orillas del mar. Lo más recomendable es acudir temprano por la mañana antes de que se llene de gente, para poder callejear con mayor libertad. Cuando abran los comercios podrán comprarse algunos recuerdos y hay sitios perfectos para comer.

-Maravíllate con las dunas de Corrubedo. Estas impresionantes dunas son espacio protegido. Te encantará pasear por las pasarelas de madera disfrutando de un paisaje fantástico y de lo más relajante. Como cada vez eran más los visitantes que acudían, actualmente se han puesto normas restrictivas para proteger las dunas que son de obligado cumplimiento, así que hay que seguir las indicaciones en todo momento.

-Pazo de Lourizán. Situado muy cerca de Pontevedra, es uno de los pazos más bonitos de Galicia, de estilo modernista. Se puede pasear por sus jardines e imaginar como sería la vida en ese lugar cuando lo habitaba una de las familias más poderosas de la zona. El invernadero es también visita obligada para todos los que se acercan a pasar unas horas en este emblemático lugar.

-Castro de Santa Tegra. Situado en el monte del mismo nombre, es uno de los mejores lugares para entender cómo eran este tipo de construcciones ya que algunas viviendas están reconstruidas respetando su forma original. Las vistas desde el lugar son también impresionantes.