El virus del papiloma humano es una enfermedad de transmisión sexual que puede causar diferentes problemas entre los que destacan el cáncer en el cuello del útero o las verrugas genitales. Se habla mucho de la relación entre el cancer de cervix y la promiscuidad sexual hasta el punto de que parece relacionarse el contagio del virus del papiloma humano con una mayor frecuencia de relaciones sexuales de quién lo padece. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto.
Es verdad que mantener más relaciones sexuales sin protección aumenta las posibilidades de contraer el virus del papiloma humano y, por tanto de llegar a padecer un cáncer de cuello de útero. La clave está en mantener relaciones sin protección y sin cuidado, ya que tener varias parejas sexuales, incluso alguna contagiada, no tiene por qué implicar el sufrir a la vez un contagio.
Por otro lado una mujer no promiscua, incluso con un único compañero sexual a lo largo de su vida, podría llegar a contraerlo si esta persona ha mantenido relaciones con una tercera contagiada.
El hombre puede ser portador del virus sin sufrir ninguno de sus síntomas y, por tanto, desconocer que ha sido contagiado. Por este motivo puede contagiar a parejas posteriores sin ser consciente del riesgo. Hombres contagiados pueden incluso establecer una relación estable sin infidelidades por ninguna de las dos partes y aparecer este problema incluso años después.
Hay que tener en cuenta que el preservativo masculino ayuda a evitar el contagio del VPH, pero no es efectivo al cien por cien, especialmente con las verrugas genitales y que cuando estas ya están presentes pueden contagiar a la pareja sexual por contacto. Por eso, si se observa la presencia de estas verrugas lo mejor es abstenerse de mantener relaciones.
Tener relaciones sexuales con alguien contagiado del VPH no quiere decir que se vaya a sufrir este problema siempre, no todo el mundo se contagia, aunque el riesgo es alto. Pero si al contacto se añaden otros factores de riesgo, como el de tener las defensas muy bajas, las posibilidades aumentan exponencialmente.
Por ahora, el mejor remedio para prevenir el contagio es vacunarse. La vacuna del VPH es bastante efectiva y se puede administrar a todas las mujeres entre 9 y 26 años, pero no garantiza la protección contra todos los tipos de virus del papiloma, ya que son muchos los que actualmente existen. Las cifras, no obstante, son muy claras y la vacuna protege contra el 80% de los virus que causan cáncer de cérvix.