A la hora de comprar un coche muchos nos hacemos la típica pregunta: “¿mejor un coche nuevo o uno de segunda mano?”. Lo primero con lo que hay que contar es con el dinero disponible y las perspectivas de futuro. En este sentido, valga la historia de un amigo que compró un coche y poco tiempo después tuvo que venderlo…
Fue inmediatamente posterior a la crisis económica. Era (y es) un gran amante de los coches y empezó a pensar en uno nuevo en cuanto comenzó un nuevo trabajo. Tuvo la suerte de encontrar trabajo en un contexto nada favorable y posiblemente se entusiasmó demasiado, se vino arriba, como se suele decir ahora.
Nosotros, menos eufóricos, le aconsejábamos: “busca renault segunda mano barato, no te flipes, compra algo que puedas pagar ahora y, más adelante, si el trabajo se consolida, ya gastarás más dinero en el coche nuevo que te gusta”. Pero no nos hizo caso. Solo tenía ojos para el Audi que se iba a comprar. Siempre iba con el catálogo del concesionario en la mano.
No queríamos ser agoreros, pero poco tiempo después su contrato laboral expiró y no le ofrecieron la renovación. Buscó trabajo sin éxito y se encontró con un estupendo coche en el garaje… Estupendo, pero con un montón de plazos por pagar. Así que con todo el dolor de su corazón se tuvo que deshacer del Audi a poco más de 1 año de haberlo comprado y, esta vez sí, buscar renault segunda mano barato.
Como esta historia hay decenas, y sigue habiéndolas, tanto relacionadas con el coche como con la casa. Tal vez con la crisis económica muchos hemos aprendido algunas lecciones. Antes de comprar coche nuevo o usado, es mejor tener un poco de sentido común, analizar nuestra situación financiera y las perspectivas de futuro y no dejarnos seducir por cantos de sirena… que luego no vamos a poder pagar.
Actualmente, el sector del coche usado sigue pujando con fuerza porque a los españoles nos sigue gustando cambiar de coche, pero también hemos aprendido que no se puede comprar lo que no se puede pagar.