Si antes el cumpleaños de un niño era algo casi familiar al que acudían sus hermanos, primos y dos o tres amiguitos del colegio, ahora es todo un acontecimiento social. En la mayoría de los casos, se invita a los cumpleaños a toda la clase del niño, lo que hace que a lo largo del curso se celebren tranquilamente veinte o veinticinco fiestas de este estilo. En muchos coles, para evitar todo esto, se agrupan los cumpleaños por meses, celebrando cada mes una sola fiesta para todos los niños que están de cumple.
Como suele suceder en estos casos, cada familia quiere que el cumple de su hijo sea el mejor, el más divertido y el que más ilusión le haga a su niño y por eso suelen recurrir con frecuencia a las fiestas temáticas inspiradas en los personajes que más gustan al niño: fiesta pirata, fiesta de princesas y príncipes, fiesta Disney…
Una de las características de estas fiestas son los Disfraces infantiles, imprescindibles para poder encajar. Una de las opciones más económicas para los padres es realizar los disfraces de manera casera. Pero lo cierto es que cada vez son menos papás los que tienen tiempo para esto y muchos no saben siquiera coser un botón o un dobladillo, para cuanto más confeccionar un traje.
Por suerte, ahora es bastante fácil comprar disfraces baratos para niños, muy variados y con todo tipo de temáticas. En Internet hay muchas tiendas que ofrecen este tipo de cosas que, además, valen para utilizar varias veces y que se pueden intercambiar con otros niños para darles más uso. Es frecuente que en los coles haya redes de padres para intercambiar este tipo de disfraces e incluso ropa de uso diario que, tras un estirón, los niños han dejado como nueva y pueden aprovechar otros chavales.
Estos disfraces baratos son perfectos para estas fiestas ya que los niños lo pasan bien, se disfrazan de manera adecuada a la temática del día y, además, como no tienen un gran valor económico, pueden jugar con ellos sin miedo ya que si algo se rompe o se descose no será una gran pérdida. Lo más importante es que no incrementarán en exceso los gastos de los padres que, con tanta vida social de sus pequeños, a veces descubren que gastan mucho más en las fiestas de ellos que en cualquiera de sus salidas.