No lo voy a negar, soy una mujer bastante aprensiva si se trata de temas de salud. Siempre he sido así y los últimos sucesos que hemos vivido no han hecho sino agravar mi actitud. Por suerte, tengo cerca gente que me conoce bien y sabe tratarme con empatía y más cuando llegó mi embarazo. Era una situación esperada y deseada, pero cuando por fin tuve la noticia, noté un torrente de sensaciones, no todas positivas.
Temía no solo por mi salud, sino sobre todo por la salud de mi bebé. Intento no leer información médica, pero quiera o no siempre llegan a tus oídos sucesos un tanto truculentos. Y es que lo malo siempre tiene mejor prensa que lo bueno. Pero entonces mi marido propuso un seguro salud embarazadas adeslas. Teniendo en cuenta que ya formábamos parte de esta compañía como clientes no me pareció mala idea estudiar sus servicios.
Como bien dice el slogan del sector, un seguro es para sentirse seguro, o más segura en mi caso. Por supuesto que tener contratado un seguro no te garantiza que no vayas a tener problemas de algún tipo. Pero, al final, el aspecto psicológico es decisivo en muchas circunstancias de la vida. La cuestión no es tener tal o cual enfermedad o tal o cual problema de salud, sino la manera en la que lo enfrentas y el temor a que aparezca.
Para mí, contratar un seguro salud embarazadas adeslas podía marcar la diferencia entre sentirme más tranquila o más aprensiva. Sé que los departamentos de ginecología suelen tener mucha demanda, por lo que un seguro de este tipo me ofrecería un servicio especializado y garantizado en el momento en el que yo lo necesitase. Para mí, esta ventaja era fundamental.
Contar con un servicio de seguimiento del embarazo como este fue la razón que me llevó a aceptar el ofrecimiento de mi marido. Y es que él también lo iba a agradecer, teniendo en cuenta como soy yo, contar con este servicio era la respuesta para vivir estos momentos de la forma más agradable posible.