Me he enterado no hace mucho de un restaurante en el que se puede comer de lujo, pero lo complicado es llegar hasta allí ya que hay que meterse por unos callejones que si no eres de la zona lo normal es que no encuentres el sitio. Menos mal que en ese restaurante habían decidido imprimir tarjetones de visita en el que especificaban cómo llegar hasta el restaurante y la primera vez que me llevaron a comer allí aproveché y cogí un tarjetón de visita para saber llegar la próxima vez que quiera ir a cenar allí. 

Al este restaurante nos invitó una vez un amigo mío, a mi y a otro amigo en común porque había ganado un dinero con unas acciones en la bolsa y ninguno de los tres sabía llegar a este restaurante, dimos con él de casualidad y llegamos casi justo con la hora que teníamos reservada. Ese día nos dimos cuenta de que estábamos en un restaurante de calidad, aunque nos incomodó un poco que los camareros estaban demasiado pendientes de nosotros. Personalmente prefiero que me dejen comer sin que me estés atosigando con el vino. Pero una vez que nos sirvieron la comida y empezaron a llegar más clientes los camareros se relajaron y se fueron a atender a otras mesas y ahí fue cuando disfrutamos del paisaje, del clima y de la comida entre amigos. Hay otros de nuestra pandilla que se enteraron tiempo después y ahora quieren que les invite alguna vez el que nos invitó a nosotros. Pero me parece que no van a conseguir ninguna invitación. Ya que la bolsa no es que esté en muy buen momento, no creo que mi amigo se vaya a arriesgar a comprar acciones, y además se acaba de mudar de piso y no creo que tenga demasiado dinero hoy en día después de haber comprado los muebles del nuevo piso. Estuve hace unos cuantos fines de semana en su nuevo piso y en comparación al que tenía ha dado un salto de calidad brutal, ya que vivía en un piso muy pequeño y sin ascensor.