Las escaleras de la piscina suelen ser causa de muchos accidentes y caídas cada verano. Accidentes que se podrían evitar fácilmente si se tomaran ciertas medidas de precaución. Una de las más importantes es no permitir que los niños pequeños suban y bajen solos por estas escaleras, especialmente si tienen cierta altura y van a dar a un trampolín. Incluso si pensamos que tienen suficiente autonomía para ir solos, cualquier resbalón puede hacer que se caigan y se hagan daño.
Precisamente, los resbalones son una de las causas más habituales de caídas en las escaleras de las piscinas. Estamos hablando de algo que va a estar permanentemente mojado, por eso hay que tener la precaución de comprar escaleras especialmente diseñadas para no resbalar. Y si ya se ha comprado una escalera y se ha descubierto que patina se le pueden colocar recubrimientos de goma para que sean más seguras.
Cada cierto tiempo se deben de limpiar bien las gomas ya que con la humedad puede salir moho, el cual hará que resbalen todavía más que si no hubiera ningún tipo de precaución. Pero si se toman medidas higiénicas no hay que preocuparse y estos recubrimientos pueden ser una de las opciones más seguras.
Otro de los motivos de accidentes en piscinas tiene que ver con la poca estabilidad de algunas escaleras. Estas se colocan directamente en el suelo y cuando alguien sube o baja moviéndose un poco más de lo normal o pisando de forma descentrada la escalera puede ladearse y caer al suelo.
Para evitar esto hay que colocar Anclajes. La manera más segura de colocar los anclajes es sobre una base de cemento o de hormigón, la cual se crea fácilmente en cualquier campo. A la base de cemento se atornillan estos anclajes los cuales a su vez sujetan la escalera. De este modo, si se desmonta la piscina o no se usa, la escalera se puede retirar fácilmente y no tiene por qué estar colocada de un modo permanente. Pero cuando se utiliza, será totalmente estable y segura.
Por último, se recomienda que la zona que rodea a la escalera tenga algún tipo de toalla, alfombrilla o base no resbaladiza, ya que desde que se toca el suelo hasta que se calza, la persona caminará descalza un par de pasos. Si lo hace sobre hierba húmeda es muy fácil que acabe patinando justo cuando creía que ya estaba segura.