Aunque se nos llena la boca hablando de igualdad, todavía son las mujeres las que se encargan en un porcentaje más elevado del trabajo en el hogar. Y esto es así incluso cuando ambos miembros de la pareja trabajan. Y si hablamos de los trabajos más desagradables, como limpiar cristales o azulejos, el porcentaje aumenta.
Tras una jornada laboral, muchas mujeres tienen que afrontar el llegar a cada y emprender una segunda jornada con el cuidado de los hijos, la cocina y el trabajo del hogar. Sus parejas e hijos mayores “ayudan” pero no consideran que tengan la misma obligación de realizar ese tipo de tareas. Por suerte, las cosas avanzan y van cambiando pero todavía estamos lejos del equilibrio.
En algunos casos, son las mismas mujeres las que asumen estas tareas porque cuando las realizan otros miembros de la familia no las hacen correctamente, ya sea por desidia o por inexperiencia. Un grave error ya que quién las hace acaba reafirmándose en que “para qué si total las hará ella de nuevo”.
No hay una solución sencilla a este tipo de problemas, aunque los psicólogos que actúan como mediadores en este tipo de conflictos suelen proponer algunas muy interesantes. Una de ellas es la de realizar cuadros con una distribución del trabajo. Estos cuadros serían rotativos, con lo cual todo el mundo acabaría realizando todas las tareas. Por supuesto, cada persona sería responsable de su tarea y nadie la repasaría.
Cuando todos los miembros de la familia tienen obligaciones fuera de casa que implican mucho tiempo, como trabajos o estudios, hay que valorar la contratación de una empresa de limpieza del hogar por horas Vigo para llevar a cabo los trabajos más duros y que implican más tiempo: limpieza de cristales, baños o plancha. El uso de aparatos como robots de limpieza puede ayudar a mantener la casa limpia con un mantenimiento mínimo diario y unas horas extras el fin de semana.
Está demostrado que cuando toda la familia se implica en la limpieza del hogar, también se implican mucho más en mantenerlo limpio y recogido ya que saben el esfuerzo que ha supuesto tenerlo todo bien. Otra de las ventajas del reparto del trabajo.
Además, que los hijos vean desde pequeños que los padres se reparten el trabajo del hogar y que ellos mismos colaboran en la medida de sus posibilidades, hará que dejen de ver este tipo de tareas como algo “femenino”.