LA ORTODONCIA MEJOR PARA EL RESTO

Por suerte siempre he tenido los dientes bien y nunca he necesitado una ortodoncia pero uno de mis mejores amigos sí que la necesitó en la época en la que íbamos al instituto. Este amigo mío estuvo con el tratamiento de ortodoncía en Pontevedra durante un par de años tranquilamente y a lo mejor me quedo un poco corto. Recuerdo un día que estábamos en clase en el instituto y yo como siempre no estaba prestando atención a la clase y le estaba contando unas historias de risa a mi compañero y se rió tanto que una de las gomas de la ortodoncia le salió despedida de la boca y le cayó en la libreta a a chica que teníamos delante. Yo creía que me iba a morir de la risa, porque me dió un ataque de risa que me costó bastante contenerme, hasta el profesor se dió cuenta de que algo raro había ocurrido para que yo me estuviera riendo de esa manera. Menos mal que nunca me ha tocado tener que llevar una ortodoncia, má que nada porque cuando era joven y jugaba al fútbol sala lo hacía en la posición de portero y no creo que fuese demasiado inteligente haber jugado con lo ortodoncia puesta, con todos los balonazos en la cara que me he llevado durante mi carrera seguro que con la ortodoncia me hubieran hecho unas buenas heridas en la boca.

Para poder jugar con una ortodoncia tendría que ponerme un protector bucal como el de los boxeadores, cosa que no es tan extraña ya que he visto a jugadores profesionales de fútbol que sí que los usan para proteger sus dientes de posibles agresiones.

La novia de uno de mis mejores amigos también ha llevado una ortodoncia durante unos cuantos años y se iba dejando las gomas de la ortodoncia por todos lados. Cuando iba a casa de mi amigo encontraba las gomas por la mesa y si íbamos al barco también las encontraba, al final tuvimos que llamarle la atención para que las recogiese un poco porque no era higiénico.