Mi padre quiere vivir solo

Las personas cada vez vivimos más tiempo y son muchos los que tienen la suerte de llegar a una edad avanzada en buen estado de salud. Esto hace que quieran mantener su independencia y vivir su propia vida, sin tener que irse a casa de los hijos o a una residencia. Cuanto más si marcharse implica tener que dejar el entorno al que están acostumbrados.

Pero para muchos hijos, el saber que su padre o su madre están solos en casa es un constante motivo de preocupación. No saben si estarán bien y temen que puedan caerse o encontrarse mal y no tener tiempo de avisar para ser atendidos por un médico. Por suerte, hay diferentes maneras de comprobar que las personas están bien atendidas y que no corren riesgos.

Uno de los métodos es el conocido botón rojo que gestionan entidades como la Cruz Roja. Se trata de un colgante que se lleva en el cuello y que la persona puede presionar si se encuentra mal o necesita ayuda de algún tipo. En caso de caída, estos dispositivos la detectan y al momento se llama a la persona para asegurarse de que todo va bien. 

Pero tienen un punto en contra importante, es que estéticamente no son nada atractivos y, además, son muy fáciles de identificar. Muchos mayores pueden negarse a usarlo porque consideran que los hacen parecer desvalidos ante los demás y no quieren aceptar esto. Además, las personas más coquetas no se sienten a gusto con un colgante tan poco estético alrededor de su cuello todo el día.

Por eso, cada vez más personas mayores eligen durcal reloj que salva vidas. En apariencia, es un reloj normal, pero sus funciones incluyen todas las del famoso botón rojo y algunas a mayores que todavía darán más seguridad a los hijos. Por ejemplo, el reloj tiene un GPS incorporado. Si el mayor sale a dar un paseo y se desorienta o se pierde, se sabrá inmediatamente en dónde está. Esto es importante siempre, pero más cuando la persona está en zonas en las que no hay mucha gente, como las áreas rurales. 

Este reloj también es capaz de medir las constantes de la persona, tal como hacen las pulseras de entrenamiento. De esta forma, los hijos pueden saber en sus teléfonos cómo están sus padres y si ven resultados raros, llevarlos al médico inmediatamente.