El flan es una de las recetas más típicas en todos los hogares. Les encanta a los niños y también gusta a los mayores y hay tantas formas diferentes de hacerlo que rara es la persona que no encuentra una que le haga caer en la tentación.
Los más golosos realizan los flanes con leche condensada y para los que están a dieta el azúcar se cambia por edulcorante y se usa leche desnatada. Siempre hay una manera de hacer flan para que todo el mundo pueda comerlo.
Algunos adoran el flan de huevo, el típico que hacían nuestras abuelas. Otros prefieren la suave receta del flan de vainilla realizado con vainilla natural. Pero incluso el flan que se hace con preparados vale si no se tiene más maña con la cocina.
Los flanes que ya se venden hechos son una opción perfecta para llevar a cualquier sitio y para poder comer flan los días que no hay tiempo para realizar ninguna receta. Solo hay que escoger aquellas marcas que ofrecen productos de mejor calidad y con sabores auténticamente caseros.
Pero si lo que te gusta es realizar cada semana un flan diferente, entonces te aconsejamos que entre en club leche asturiana y eches un vistazo a las recetas que te puedes encontrar. También puedes participar con otros usuarios y compartir tu fórmula mágica que da lugar al más delicioso flan.
¿Te gusta con nueces? El flan con nueces es un clásico que no pasa de moda, igual que el flan con plátano o con helado. Pero hay mezclas muy modernas y con gustos muy distintos, como la que se hace con leche de avena y que es apta para las personas con intolerancia a la lactosa.
Incluso hay recetas para realizarlas en el microondas o en robots de cocina. Y lo mejor de todo es que en cualquier caso, siempre puedes personalizarlas para darles tu toque especial, por ejemplo, haciéndolo un poco más suelto para que quede con la textura de crema pastelera y sirva para rellenar todo tipo de hojaldres.
Por último, una recomendación personal que espero que te guste: usa los aromas artificiales para darle a tus flanes todo tipo de gustos diferentes: licor de naranja, cerezas, piña, crema catalana… hay aromas que imitan a la perfección cualquier sabor y que te ayudarán a variar sin tener que recurrir a más ingredientes.