Son muchos los planes de los que se puede disfrutar en una escapada a las Rías Baixas. Cuentas con opciones tan buenas como fantásticas playas para tomar el sol o bodegas de albariño para visitar y disfrutar de una cata. Pero además de esas opciones tan conocidas, te ofrecemos otras:
-Visita un furancho. Si vas a las Rías Baixas en verano no puedes dejar de visitar uno de estos pintorescos lugares. En su origen, eran casas particulares en las que en verano se vendían los excedentes de vino y a cambio se permitía que la gente llevara su comida e hicieran una especie de picnic en sus tierras. Hoy, ofrecen una pequeña variedad de tapas además del vino y en muchos casos son difíciles de diferenciar de los mesones. Por eso, hay que buscar los más auténticos para “colarse” en una bodega de una vivienda o en un merendero exterior y cenar comida casera saboreando el mejor vino.
-Cuenta los más de sesenta hórreos de Combarro. Este pequeño pueblo es un punto de interés para cientos de visitantes que acuden cada día a recorrer sus calles estrechas y disfrutan con la visión de los hórreos situados a orillas del mar. Lo más recomendable es acudir temprano por la mañana antes de que se llene de gente, para poder callejear con mayor libertad. Cuando abran los comercios podrán comprarse algunos recuerdos y hay sitios perfectos para comer.
-Maravíllate con las dunas de Corrubedo. Estas impresionantes dunas son espacio protegido. Te encantará pasear por las pasarelas de madera disfrutando de un paisaje fantástico y de lo más relajante. Como cada vez eran más los visitantes que acudían, actualmente se han puesto normas restrictivas para proteger las dunas que son de obligado cumplimiento, así que hay que seguir las indicaciones en todo momento.
-Pazo de Lourizán. Situado muy cerca de Pontevedra, es uno de los pazos más bonitos de Galicia, de estilo modernista. Se puede pasear por sus jardines e imaginar como sería la vida en ese lugar cuando lo habitaba una de las familias más poderosas de la zona. El invernadero es también visita obligada para todos los que se acercan a pasar unas horas en este emblemático lugar.
-Castro de Santa Tegra. Situado en el monte del mismo nombre, es uno de los mejores lugares para entender cómo eran este tipo de construcciones ya que algunas viviendas están reconstruidas respetando su forma original. Las vistas desde el lugar son también impresionantes.