La búsqueda de una mayor flexibilidad y autonomía en sus escapadas turísticas ha llevado a las nuevas generaciones a fijar sus miras en las caravanas y autocaravanas. Pero el turismo itinerante es distinto a cualquier otro: el rango de precios, la legislación, la planificación en ruta, etcétera. Un primer paso para iniciarse en el mundo del caravaning es adquirir un vehículo adecuado, si bien conseguir gangas en autocaravanas no es tarea fácil.
Con todo, el mercado de vehículos usados y de ocasión ofrece sus oportunidades, sobre todo si se buscan autocaravanas de pequeño tamaño, para dos personas o de un ambiente, como se las denomina en el argot sectorial. Es recomendable, incluso en esta gama baja, prestar atención al kilometraje y el estado general del vehículo, a fin de evitar sorpresas inesperadas (averías mecánicas, desvanecimientos de la batería, etcétera).
El rango de precios de las autocaravanas nuevas y de segunda mano es de treinta a cien mil euros. Además de estudiar las opciones de financiación, deben tenerse en cuenta la legislación de este tipo de vehículos recreativos. En líneas generales, solo las autocaravanas que excedan los tres mil quinientos kilogramos de peso requerirán un permiso B96; con el resto, podrá circularse con la licencia B al uso.
También es importante diferenciar entre el estacionamiento, la pernocta y la acampada, pues estas acciones reciben un tratamiento distinto en la normativa vial que atañe a las autocaravanas. De lo contrario, el conductor se expone a recibir una multa o a provocar situaciones de peligro para sí mismo y el resto de usuarios.
Pese al espíritu de aventura que rodea al turismo itinerante, esta modalidad de viajes requiere más planificación que el resto. La razón es la mayor dependencia de los suministros disponibles en áreas de pernocta y la mayor dificultad para estacionar en áreas compatibles con autocaravanas de cierta longitud.