Los hoteles con spa saben que este tipo de instalaciones les garantizan una gran afluencia de gente durante todo el invierno. Aquellos que quieren relajarse y disfrutar del agua están dispuestos a pagar un poco más por poder darse un baño en un spa y sentir los chorros contra sus doloridos músculos.
Pero al llegar el verano, los clientes lo que buscan son piscinas en las que poder tomar el sol, nadar y pasarlo en grande. Los spas pasan a un segundo plano ya que se trata normalmente de instalaciones cubiertas en las que el calor y el vapor hacen que no sea muy agradable estar en los meses más cálidos. Todos prefieren el agua fresca y el aire libre.
Pero, ¿por qué no tener todo junto y obtener así el máximo rendimiento por las instalaciones? Es posible y, además no es tan complicado. Algunos hoteles ya lo hacen y pueden mantener precios y llenos durante todo el año, para ellos siempre es temporada alta y siempre hay clientes porque pueden ofrecer los mismos servicios todo el año, pero adaptados a las condiciones del tiempo.
Se trata de instalar la piscina y el spa juntos en un único espacio compartido. Incluso se puede añadir una zona de piscina infantil y de juegos acuáticos para niños totalmente separada. Todo esto estaría cubierto con cerramientos altos para piscinas de modo de durante el invierno se pudiera disfrutar de una piscina climatizada cubierta y, llegado el verano, de una piscina exterior.
Y lo mismo sucedería con el spa, el cual podría también disfrutarse todo el año en las mejores condiciones. ¿No te parece fantástica la idea de tener un spa al aire libre en verano y poder disfrutar de los chorros y a la vez del sol? La combinación es muy apetecible y lo cierto es que abre mucho los mercados.
Una inversión que se amortiza rápido, ya que se consigue que los clientes puedan acudir todo el año tanto si quieren bañarse como si quieren relajarse y la zona de juego para niños separada permite respetar el ambiente de relax del spa pero a la vez evita tener que poner horarios para que los más pequeños puedan disfrutar del agua, pudiendo acudir a cualquier hora junto a sus padres y contando con un espacio propio.
Dado que estos cierres se pueden abrir y cerrar con facilidad, en el caso de que durante el verano venga un día malo solo hay que cerrarlo y se tendrá nuevamente un espacio cubierto.