Que un cliente domicilie la nómina en un banco le aporta a este varios beneficios, para empezar, saben que ese cliente va a domiciliar, casi seguro, recibos de su vivienda en esa cuenta inteligente. Cuando se tiene una nómina lo habitual es que los recibos se carguen en esa cuenta porque así se hacen mejor las cuentas. Es ahí donde está el dinero para los gastos y donde se pagan las facturas.
Otra ventaja es que al tener la nómina en el banco, lo normal es que el cliente acuda a esta entidad a informarse en primer lugar en el caso de que tenga previsto contratar una hipoteca o necesite pedir un préstamo. Esto, lógicamente, le aportará beneficios al banco por lo que es posible que ofrezca unas condiciones más ventajosas a sus clientes con nómina a fin de mantenerlos.
Sabiendo todo esto, se entiende fácilmente por que muchos bancos ofrecen cuentas nomina regalos. Se trata de cuentas nóminas que, por el único requisito de abrirlas, conllevan un obsequio que puede ser desde un televisor hasta dinero en metálico. Pero hay que tener mucho cuidado con este tipo de regalos, ya que tendremos de incluirlos en la declaración de la renta como si fueran beneficios económicos conseguidos por la cuenta. Es decir, tendremos que pagar a Hacienda por ellos.
Además, suelen llevar aparejada una permanencia, es decir, la cuenta tendrá que estar abierta y con unas condiciones concretas durante un plazo de tiempo. Si no estamos contentos o queremos irnos, tendremos que devolver el dinero que nos han dado o el valor del regalo. Así que en cierta manera estaremos atados a una cuenta que, tal vez, vista con calma no es ni mucho menos ventajosa para nosotros.
Otros bancos, en lugar de regalos de este tipo, lo que ofrecen a sus clientes es el poder disfrutar de ventajas como el no pagar comisiones o poder disponer de tarjetas de crédito y de débito gratis. Todo esto supone un gran ahorro al cabo de un año, no hay que pagar nada a Hacienda por ello y no implica ninguna permanencia. Por tanto, no es difícil ver qué es lo mejor para cada cliente.
Antes de dejarse deslumbrar por regalos, hay que analizar bien lo que implican cada uno de ellos y buscar una solución que no nos ate y que nos ofrezca ventajas reales en lugar de una tele que, tal vez, no necesitamos siquiera.