Siempre digo que es una de las mejores partes de viajar: la fase previa en la que organizamos todo. Sé que existen diversos tipos de viajeros, desde los que prefieren la sorpresa y dejar cosas sin preparar porque encuentran que lo mejor del viaje es justamente no saber qué te vas a encontrar, hasta los obsesionados con el control, que tienen milimétricamente fijado hasta los horarios de las visitas a cada atracción turística. Yo intento estar a mitad de los dos extremos.
No soy de los que prefiere no organizar nada, además de comprar los billetes y reservar hotel, porque tuve alguna mala experiencia: recuerdo un viaje a la aventura sin organizar que fue un desastre y no quiero volver a repetir. Pero también sé de sobra que en los viajes es imposible cumplir a rajatabla un plan previamente organizado. Por lo tanto, creo que la solución es intermedia: organizar, pero tener cintura para ‘desorganizar’ llegado el momento.
Y en eso estamos ahora, en organizar nuestro próximo viaje a Grecia. Queremos hacer un viaje bastante extenso por Grecia continental y alguna de sus islas y hay que cuadrar bastante bien los días para poder ver todo lo que queremos. Y lo primero que debemos decidir es cómo vamos hasta Madrid para coger luego el vuelo a Atenas.
Está la posibilidad de tomar un vuelo y luego hacer escala en Madrid o llevar el coche hasta un parking larga estancia terminal 4. Y es que existe la posibilidad de quedarnos unos días en Madrid a la vuelta del viaje, para ‘descansar’. Porque tal y como planteamos nosotros los viajes, siempre de aquí para allá, no descansamos precisamente. Por eso parece buena opción quedar luego unos días en la capital que hace tiempo que no estamos y siempre nos gusta.
Pero para ello es más adecuado venir en coche y dejarlo en un parking larga estancia terminal 4, de forma que luego podamos volver a casa en coche, que nos resulta más cómodo con las maletas y demás, pero también para circular por Madrid y visitar algunos sitios en la región.