Los calendarios publicitarios ocupan un lugar destacado dentro del merchandising empresarial. Además de ayudar en la organización de la semana y en la gestión de proyectos y fechas clave, los almanaques aportan ventajas inestimables como herramienta de promoción. De ahí que sean un obsequio que las marcas realizan habitualmente a sus clientes existentes y potenciales.
Entre los beneficios de los calendarios promocionales destaca la difusión de la imagen corporativa. Personalizados con el logotipo y otros rasgos identificativos de la marca, los almanaques actúan como publicidad encubierta, sin pretender dar a esta palabra un sentido negativo. Mientras estos calendarios cumplen con su objetivo primario, mantienen a la vista la publicidad de la empresa.
Así, los almanaques publicitarios difunden la imagen de marca en lugares donde un cartel publicitario u otros formatos no son convenientes, como la encimera de la cocina, el despacho, etcétera. Contrariamente a lo que pueda pensarse, su impacto publicitario ha demostrado ser notable, aumentando la recordabilidad del nombre de la empresa y asociando su imagen a valores como la excelencia, la utilidad o la eficacia.
Otro rasgo diferenciador de los calendarios personalizados es su durabilidad. Durante los doce meses del año, este objeto será inseparable de su propietario, y es seguro que lo consultará cada uno de los 365 días del año. A esta prolongada vida útil se le suma otro de sus atributos: la asequibilidad. Para la economía empresarial, este material publicitario no requiere un desembolso elevado. De hecho, es una de las inversiones más económicas, además de puntual, pues sólo debe realizarse una vez al año.
Dada su condición de soporte físico, los almanaques representan una oportunidad para subrayar el compromiso de la marca con el ecologismo y la sostenibilidad. Estos valores, de importancia creciente en todos los sectores, son muy estimados por los consumidores, y el uso de calendarios en papel reciclado o provenientes de bosques sostenibles ejerce una influencia positiva en la percepción de la marca.