El dentista de tus hijos, un pequeño lujo a tu alcance

Las visitas al dentista son obligatorias para toda la familia. Pero en el caso de adultos con una boca sana, una revisión cada seis meses y una limpieza pueden ser más que suficientes. Sin embargo, en el caso de los niños, que están formando su boca, las visitas son mucho más frecuentes para asegurarse de que todo va bien y que sus dientes son suficientemente fuertes, salen alineados y tendrán una boca bonita y sana.

Muchos niños necesitan tratamientos para alinear los dientes, los correctores dentales son muy frecuentes y suponen un gasto muy importante para la familia. Pero corregir los dientes en la infancia ahorrará muchos problemas de cara al futuro.

Para que las numerosas visitas al dentista de los niños y los posibles tratamientos correctores no sean un problema, existen seguros de salud que incluyen pólizas dentales, como el adeslas dental familiar seguro. Estos seguros permiten acceder a toda una cartera de servicios totalmente gratuita y a otros que si bien son de pago, resultan mucho más económicos.

Por ejemplo, las revisiones anuales de toda la familia y las limpiezas son gratis en este tipo de seguros, por lo que si los adultos de la casa no tienen problemas con su boca, no tendrán que pagar nada para mantenerla bien y perfectamente cuidada. En el caso de tener que realizarse empastes, extracciones o implantes, los precios estarán fijados previamente, por lo que siempre se va a saber cuánto se tendrá que pagar. Con presupuestos transparentes y cerrados. 

Y lo mejor es que la carta de precios es visible para los no clientes, por lo que antes de contratar el seguro se pueden comparar los precios que se ofrecen a los que lo contraten respecto a los que costaría realizar esos mismos tratamientos en una clínica sin el seguro. Este dato es muy importante y es el que suele convencer de la necesidad de contar con este producto que suele acompañar a la póliza de seguro médico.

A la hora de elegir una compañía u otra, hay que tener en cuenta que tenga clínicas propias, si las tiene o no en la ciudad y con qué otros profesionales trabajan. También los precios y no solo de las cuotas mensuales, sino también de los tratamientos con un copago, para poder establecer una comparativa que tenga en cuenta todos los factores.