La casa de mi hijo 

Hay muchos tópicos asociados a las madres, pero algunos, para qué nos vamos a engañar, son ciertos. Cuando llegamos a la casa de nuestro hijo recién independizado vemos problemas por todas partes y nos gustaría sacar la escoba sin ni siquiera habernos quitado los zapatos. Pero hay que ser paciente y no ser totalmente sincera, que el pobre está adaptándose a su nueva vida como puede. Pero, poco a poco, y siempre que él esté de acuerdo, se pueden ir arreglando cositas…

Lo de la limpieza lo doy por perdido. Está claro que no tiene pensado, a corto plazo, dejar la casa como debe estar, pero sí que me ha permitido que haga algunos cambios para que se sienta más cómodo. Para empezar, no tiene cortinas. Cuando entré por primera vez le dije: “bueno, aquí y aquí pondrás cortinas o tal vez algún estor…”. Y él respondió: “¡Ah!, pues no lo había pensado”. Pues tendré entonces que pensarlo por él.

Me ha dado carta blanca con este tema así que he pensado en unas cortinas noche y dia para el salón. Como no se aclara muy bien cómo las quiere y está claro que podría vivir sin cortinas unos meses mes, las cortinas noche y día me parecen una buena solución en su caso por lo que permite graduar la entrada de luz a su gusto dependiendo de la hora del día. Yo misma las tengo en el salón de la casa de la playa y siempre me ha parecido una opción divina, sobre todo en lugares en los que hay una importante entrada de luz.

Para su habitación, no tengo dudas de que hay que colocar un estor. Es una habitación que está muy cerca del edificio de enfrente y se ve todo con la persiana para arriba. Mi hijo no está muy preocupado de momento, pero quizás cuando se empieza a sentir observado la cosa cambie. Creo que un estor tradicional vendría bien en esta zona. Por lo demás, al margen de las cortinas noche y día y el estor creo que en la cocina vendrían bien unas cortinas tradicionales estampadas: a él siempre le gustaron las que tenemos en nuestra cocina, así que no notará la diferencia.