Una segunda opinión

Cuando me diagnosticaron cáncer muchas cosas cambiaron en mi vida, pero estaba convencido de que lo iba a superar. Es algo que había escuchado a muchos famosos que padecieron la enfermedad: se sienten fuertes y afirman que el cáncer no les detendrá. Siempre pensé que había ahí algo de autoengaño, y probablemente lo haya, pero ¿quién no se miente un poco para afrontar cualquier reto?

Si nos ponemos en plan realista, muchos de los retos que afrontamos en la vida son más difíciles de lo que parecen. Pero el miedo a fracasar es un elemento que perjudica cualquier proyecto. Lo mismo sucede con el cáncer: es verdad, no es fácil superarlo, pero debemos creer que estamos capacitados para ello, porque si afrontamos la enfermedad derrotados, nos derrotará.

Yo siempre creí en mi ‘victoria’, pero también pasé momentos delicados, sobre todo las primeras semanas tras el diagnóstico y la primera búsqueda de tratamiento. Y digo ‘primera’ porque no quedé muy convencido del procedimiento que dictaminó mi primer equipo médico y quise buscar una segunda opinión. Por unos amigos de la familia, conocí la clinica anderson especializada en el tratamiento del cáncer y concerté una cita.

Con respecto a la segunda opinión, debo decir a otros afectados por esta enfermedad que es casi siempre aconsejable. No tanto porque la ‘primera’ opinión sea mala, sino porque para tomar decisiones tan importantes como la elección del tratamiento de una enfermedad tan complicada como el cáncer es imprescindible tener cuanta más información mejor.

¿Y qué mejor que acudir a una de las pocas clínicas especializadas en cáncer que hay en España? En la clinica anderson me atendieron muy bien y me ofrecieron una alternativa al primer tratamiento descrito. Tras sopesarlo muy bien, me decidí por él y aunque no estaba seguro al 100% el tiempo me ha dado la razón.

Y sí, lo logré: superé la enfermedad. No fue fácil, me tuve que esforzar mucho y tuve algo de suerte, que nunca viene mal en ningún ámbito de la vida. Y aunque esta guerra en realidad no termina nunca, hoy me siento aun más fuerte que ayer.