Ocultar la televisión, una tendencia decorativa

En la decoracion de interiores las tendencias cambian cada cierto tiempo. Si hace unos años se llevaban los muebles de televisión grandes y que tenían el sitio justo para una pantalla estándar, en los últimos años se llevan los muebles que permiten colgar la televisión de la pared y que dan margen para tamaños extra grandes, ya que cada vez se fabrican LEDS de más pulgadas.

Las televisiones planas y de gran tamaño son todavía un motivo de presumir y en muchas casas son el centro de la sala. Pero para algunos decoradores, presumir de una tele es algo chabacano y que no es compatible con el buen gusto decorativo. Por eso, buscan maneras de ocultar la pantalla de la tele, sobre todo ahora que siendo tan finas resulta muy sencillo hacerlo.

Imagina un mueble a medida con sus estantes en la parte inferior y un parte superior en la que puede haber algún tipo de adorno o, simplemente, nada. Cuando se quiere ver la tele, se pulsa un botón del mando y esta sale del interior de mueble elevándose hasta quedar a la altura de los ojos para poder ver el programa que más nos apetezca. Cuando se acaba de usar la televisión, esta vuelve al interior del mueble.

Pero no es el único método utilizado para ocultar televisiones. Algunos métodos son especialmente sofisticados, como pantallas que se pliegan hacia el techo y quedan perfectamente ocultas en el mismo. Cuando se quiere ver algún programa o película, se despliegan y bajan hasta una altura perfecta para disfrutar del cine en casa.

Por supuesto, siempre hay sistemas sencillos como las televisiones ocultas en armarios que se cierran. Pero hoy, las puertas, en lugar de abrirse hacia los lados, se deslizan y quedan ocultas en el mueble hasta que reaparecen para cerrarse. Se trata de muebles de diseño que en muchos casos se fabrican a medida para el salón en el que van a estar colocados.

Para muchos, no es una opción práctica porque la tele está puesta todo el día y siempre hay algún miembro de la familia que quiere verla. Pero para aquellos que no son teleadictos y quieren cuidar el diseño de su sala, es una opción más. Una propuesta un poco curiosa a día de hoy, pero que no deja de tener su razón de ser y que puede quedar perfecta en determinados ambientes.